Em seu novo livro, Cristóvão Colombo. Origens, formação e primeiras
viagens, o historiador espanhol Alfonso Enseñat de Villalonga, em um
exaustivo e detalhado trabalho de pesquisa, confirma efetivamente que o
navegador que descobriu a América era genovês, à época uma república
independente. Porém, ao contrário da teoria até agora aceita, o especialista
revela que o verdadeiro nome do conquistador seria Pedro Scotto, filho de um
comerciante e não de Domenico Colombo de Quinto e de Susana Fontanarossa,
conforme apregoa a versão tradicionalmente defendida por estudiosos de Genova.
A informação foi divulgada neste final de semana pelo jornal espanhol ABC, em
matéria que antecipa partes do novo livro de Villalonga, que na verdade
pretende sistematizar seus trabalhos anteriores a respeito do tema.
Conforme o historiador espanhol, a família Scotto era tinha suas raízes na
Escócia e a iconografia tradicional do descobridor seria totalmente inventada. O
navegador teria olhos claros, cabelos loiros com alguns fios brancos.
Ainda segundo Villalonga, antes da viagem que o levou a descobrir a América,
Pedro Scotto teria trabalhado para um pirata cujo sobrenome era Colombo. Para
não gerar problemas para a família, houve por bem adotar esse sobrenome.
(©
Oriundi)
Colón se llamaba Pedro Scotto
BLANCA TORQUEMADA | MADRID
Al final de un túnel tan largo alumbra (y sorprende) la
revelación de una genealogía coherente de Cristóbal Colón, resultado
del minucioso trabajo historiográfico de Alfonso Enseñat de
Villalonga en el que se revelan de forma documentada tanto su cuna
como su trayectoria hasta los viajes que le llevaron al
Descubrimiento de América.
En su nuevo libro, «Cristóbal Colón. Orígenes, formación y
primeros viajes» (Ediciones Polifemo), Enseñat ha pretendido
desbrozar, sistematizar y simplificar sus anteriores y prolijos
trabajos de investigación y trazar con pulso firme y claro la
verdadera historia del nauta. Que, para abrir boca, no era hijo de
laneros, sino de comerciantes, y no fue bautizado como Cristóbal o
Cristoforo, sino como Pedro. Pedro del linaje de los Scotto,
adscritos al albergo Colonne. Familia que se llamaba «Scotto» porque
procedía de los Douglas de Escocia. De ahí, también, el verdadero
aspecto físico de Colón: «Era de ojos claros y pecoso -ilustra
Enseñat-. También de pelo rubio, aunque encaneció pronto. Así lo
describen sus coetáneos, Nada que ver con la iconografía
tradicional, totalmente inventada».
Tenaz en su empeño de desmontar definitivamente la teoría
«genovista tradicional» (la más divulgada, según la cual el
descubridor era hijo del lanero Domenico Colombo de Quinto y de
Susana Fontanarossa), Enseñat concluye que Colón era, en efecto,
genovés, pero de otro linaje y de una extracción social más elevada.
Son averiguaciones que el autor ya había avanzado en anteriores
obras («La vida de Cristoforo Colonne: una biografía documentada» y
«El Cristóbal Colón histórico: De corsario genovés a almirante de
las Yndias»), y de las que ABC se hizo amplio eco, pero que ahora
cobran mayor consistencia y solidez.
Las fuentes primigenias
Enseñat estima que a lo largo de todos estos años los
historiadores han cometido dos pecados capitales que les han
apartado de la verdad: el primero, los sucesivos y casi perennes
intentos de «apropiación nacionalista» por el que han tratado de
convertir (aun «con calzador») a Colón en gallego, catalán,
mallorquín o portugués, y, el segundo, el progresivo apartamiento de
las fuentes originales; esto es, de los testimonios de los coetáneos
del nauta. Así, el autor de esta teoría reivindica el valor
extraordinario y la fidelidad a los hechos de la biografía del
descubridor escrita por su hijo Hernando, la «Historia de las
Indias» de Fray Bartolomé de las Casas y la «Crónica» de Gonzalo
Fernández de Oviedo. En el apasionante capítulo V de su nuevo libro,
explica Enseñat por qué cambió su nombre de pila el almirante:
primero porque fue ordenado clérigo menor y en esa ceremonia recibió
otro nombre (el de Cristoforo).
También explica en qué sustenta que originariamente se llamara
Pedro: primero lo acreditan los documentos correspondientes al
linaje genovés Colonne (en los que «Pietro» aparece como primogénito
de Domenico Scotto Colonne) y, después, porque Lucio Marineo Sículo,
cronista de los Reyes Católicos, se refirió a él en sus escritos
como «Pedro Colón». Pero como en no pocas ocasiones se ha
cuestionado el rigor de este personaje, hace constar también que el
historiador portugués del siglo XVI Gaspar Frutuoso (tenido por
sólido y fiable) relata que en Madeira el nauta era conocido como
Pedro Colón.
Enseñat se ha visto obligado a «escarbar» minuciosamente en el
Archivio di Stato di Genova, Archivo Histórico Nacional, Real
Academia de la Historia y Biblioteca Nacional para aclarar los
verdaderos orígenes familiares de Colón. Al desmontar la teoría
«genovista tradicional» que coloca la cuna de Colón en el seno de la
familia de laneros Colombo de Quinto, el historiador hace notar que
«los defensores de esas tesis encajaron a Colón allí donde
encontraron una familia con apellido asimilable en la que el
progenitor se llamaba Domenico y su primogénito Cristoforo. Como
todo lo demás que se fue averiguando de la trayectoria de esos
oscuros personajes no encajaba se determinó simplemente que los
datos eran falsos». Por ejemplo, «las biografías de los hijos del
lanero no pueden en ningún modo asimilarse a las de los hermanos de
Colón Diego y Bartolomé».
Sobre la otra teoría genovista
La trayectoria de Colón, en opinión de Enseñat, acredita que de
ninguna forma pudo ser el hijo de un humilde tejedor. Hernando Colón
recoge en su relato biográfico que el propio descubridor manifestó
que no era él el primer almirante de su familia, con lo que un
testimonio de primerísima mano (el suyo propio) le aparta de la
genalogía «oficial». Enseñat aduce también que, nacido en el seno de
los «Colonne» genoveses, trabajó después al servicio del pirata
Vincenzo Colombo y en esa etapa de rapiña adoptó tal apellido
(«Colombo») para no «ensuciar» a sus auténticos allegados. Tan
complejo es el auténtico linaje colombino que sólo Enseñat ha tenido
la paciencia de tratar de desmadejarlo, mientras otros estudiosos,
desalentados o movidos por prejuicios, se enfrascaban en el estudio
de las cartas manuscritas del descubridor para intentar acotar sus
orígenes en virtud de rasgos lingüísticos relevantes: el principal
empeño ha sido el de hallar catalanismos, para afianzar las teorías
que asignan esa cuna (Cataluña) al nauta. Aduce ahora Alfonso
Enseñat que esas pretensiones «no se han se han saldado con datos
concluyentes, y ni siquiera con indicios sólidos. Los catalanismos
aparecen en esos escritos en una proporción normal, pues el catalán
era idioma fuerte e influyente en navegación».
Hace Enseñat Villalonga la inmensa aportación historiográfica de
describir y documentar los viajes de Colón antes del Descubrimiento,
como pirata y corsario, por todo el Mediterráneo, el Atlántico
norte, la cosa africana y los archipiélagos atlánticos de las
Azores, Madeira, Canarias y Cabo Verde. Peripecias del navegante de
ojos garzos y pelo rubio que encaneció muy joven. De Pedro Scotto o
Cristóbal Colón.
(©
ABC/ES)
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